Global. Mercados cerraron mejor de lo que aparentaban a mitad de rueda. Se mantiene elevada la volatilidad aunque esta vez el índice de aversión al riesgo bajó. Las condiciones de fragilidad financiera se mantienen dado el contexto inflacionario y los riesgos recesivos coincidentes.
Local. Se confirmó la inflación de abril que esperábamos (6,0%). Si bien se redujo un poco la general, la “core” creció respecto al ritmo de marzo (pasó de 6,4% a 6,7%). La inflación interanual es la más alta desde 1992.
El BCRA volvió a vender reservas, esta vez perdió unos u$s 80 millones. Las expectativas inflacionarias desancladas, con la meta de reservas cada vez más lejos de poder ser cumplidas, proporcionan un escenario muy precario en el que los dólares libres sigue estabilizados (probablemente producto de filtraciones desde el canal comercial).
Para que se puedan cumplir las metas de reservas de junio el BCRA debería comprar dólares por una cifra que es casi el doble de lo que compró en el mismo período del año pasado. Algo que luce muy difícil de conseguir si se observa cómo vienen las compras de este año hasta ahora comparadas con las de 2021.
