Estimamos que con las medidas que ya se han tomado y el proceso de licuación de gastos en marcha más ajustes que podrían efectuarse sobre algunos impuestos que quedaron desfasados (impuesto sobre los combustibles e internos), el gobierno podría aspirar a lograr una buena performance fiscal en 2024 aun cuando quizá no alcance para su objetivo de déficit global cero.