Global. Según los últimos datos publicados por la BLS, en marzo de 2025, la inflación en Estados Unidos registró una desaceleración significativa, con una caída mensual del 0,1% en su medida del IPC. Esta es la primera variación negativa desde mayo de 2020, mientras que en términos interanuales el índice aumentó un 2,4%, desacelerando del 2,8% visto en febrero. Esta moderación fue impulsada principalmente por una caída del 2,4% en energía, destacándose un descenso del 6,3% en los precios de combustible, que contrarrestó los aumentos en electricidad (+0,9%) y gas natural (+3,6%). A su vez, el índice de alimentos subió un 0,4% en el mes, con incrementos marcados en huevos (+5,9%) y carnes (+1,3%), lo que contribuyó a un aumento interanual del 3,0% en alimentos, con un impacto particular del alza del 60,4% en los precios de los huevos.
En paralelo, la inflación core, que no pondera ni alimentos ni energía, creció apenas un 0,1% mensual y un 2,8% interanual, la menor suba desde marzo de 2021, lo que reflejaría cierta contención en la dinámica inflacionaria, con subas moderadas en salud, educación y vehículos nuevos, y caídas en pasajes aéreos, seguros de autos y recreación.
A pesar del alivio que implican estos datos, persisten riesgos inflacionarios derivados de las recientes medidas arancelarias del gobierno de Donald Trump, que podrían revertir esta tendencia en los próximos meses, especialmente si impactan sobre los costos de producción y los bienes importados. En cuanto al mercado, los principales índices bursátiles registraron caídas significativas. El S&P 500 descendió un 4,05%, el Dow Jones un 2,76% y el Nasdaq un 4,5%, perdiendo parte del excepcional repunte de la jornada de ayer, mientras que los contratos de futuro de oro subieron en casi un 4% y los de petróleo retornaron a la baja con un retroceso del 3,6% aproximadamente.
|