Global. En enero, la inflación en Estados Unidos se aceleró al 3% interanual, por encima del 2,9% esperado, con un aumento mensual del 0,5%, impulsada por la suba en vivienda (+0,4%), energía (+1,1%) y alimentos (+0,4%), con un alza destacada en los huevos (+15.2% mensual y +53% anual). En paralelo, el IPC core, que no toma en cuenta energía ni alimentos, experimentó un crecimiento del 3,3% anual, por encima del 3,1% esperado por el consenso y acelerando del 3,2% visto en el periodo anterior. En este contexto, la FED decidió en su última reunión mantener las tasas de interés en el rango de 4,25%-4,50%, con Jerome Powell enfatizando recientemente que no hay apuro por recortarlas hasta ver una evolución sostenida de la inflación hacia el 2%, postura que se reflejaría en la curva del Tesoro, donde los rendimientos de corto y mediano plazo han subido en la última semana, señalando que el mercado habría reducido sus expectativas de recortes de tasas en el corto plazo, aunque aún proyectaría flexibilización más adelante. Mientras tanto, Donald Trump ha intensificado su pedido por recortes inmediatos en la tasa de interés para estimular la economía y que complementarían bien el nuevo esquema de tarifas, pero los datos actuales (recordamos que la tasa de desempleo bajó a 4,0%) y la postura de Powell sugerirían que la FED no cedería a presiones políticas y que los costos de financiamiento seguirán elevados hasta que haya mayor evidencia de ralentización en el paso de la inflación.
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