Global. Hoy, la gobernadora de la FED, Michelle W. Bowman dio una charla en la que profundizó sobre su decisión de votar en contra del recorte de 50 bps decidido durante la última reunión del FOMC. Bowman argumenta que la economía de EE. UU. sigue fuerte, pero la inflación núcleo sigue por encima del objetivo del 2%. Debido a esto, algunos factores respaldan un enfoque más gradual para ajustar la política monetaria, evitando una reducción excesiva de las tasas de interés. Reducir la tasa en 50 bps podría interpretarse como una señal de que el Comité de la FED ve fragilidad en la economía o mayores riesgos hacia la baja en ella. Además, una reducción rápida podría generar expectativas en el mercado de más recortes de esta magnitud, lo que podría haber hecho bajar las tasas de interés a largo plazo injustificadamente y llevaría a condiciones financieras demasiado acomodaticias, lo que dificultaría llegar a la meta de inflación del 2%. Agrega que también existe demanda contenida que podría activarse si las tasas bajan demasiado rápido, reavivando presiones inflacionarias. Finalmente, la estimación de la tasa de interés neutral es más alta que antes de la pandemia, por lo que se estaría más cerca de ese nivel.
Por otro lado, Bowman alertó por los riesgos que persisten para la estabilidad de precios, mientras el mercado laboral sigue fuerte. Aunque hay señales de enfriamiento en el empleo, el crecimiento de salarios y el gasto del consumidor siguen sólidos. Factores globales como tensiones geopolíticas o las crecientes huelgas laborales podrían afectar las cadenas de suministro, y el gasto fiscal expansivo podría aumentar la demanda, exacerbando la inflación.
Si bien hubo avances en la reducción de la inflación, aún existe el riesgo de que estos progresos se estanquen. El mantener un enfoque gradual hacia la normalización de las tasas sería esencial para evitar una interpretación prematura de éxito en la lucha contra la inflación.
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