Global. En su discurso del día de hoy en Berlín, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, sostuvo que el euro atraviesa una oportunidad histórica para consolidarse como alternativa al dólar dentro del sistema financiero internacional. En un contexto de creciente fragmentación económica y tensiones geopolíticas, Lagarde advirtió que las políticas erráticas de Estados Unidos, especialmente durante la actual administración de Donald Trump, han generado una pérdida de confianza entre los inversores globales. Esto derivó en una mayor preferencia por activos como el oro, aunque sin una captación equivalente por parte del euro, que hoy representa aproximadamente el veinte por ciento de las reservas internacionales, frente al cincuenta y ocho por ciento del dólar. Aun así, Lagarde afirmó que este es un “momento global del euro” y una oportunidad para ampliar su protagonismo si Europa toma las decisiones adecuadas.
Para ello, planteó la necesidad de reforzar tres pilares fundamentales. En primer lugar, una base geopolítica firme que combine el compromiso con el comercio abierto y una capacidad creíble de defensa. En segundo lugar, una base económica sólida que implique profundizar los mercados de capitales europeos, haciéndolos más líquidos y atractivos para la inversión extranjera. Y en tercer lugar, una arquitectura legal e institucional que refuerce el estado de derecho y promueva una mayor integración política. Además, destacó la importancia de emitir más activos seguros denominados en euros, como los eurobonos, para satisfacer la demanda global y fortalecer la posición de la moneda. Según Lagarde, un euro más influyente permitiría a la eurozona reducir costos de financiamiento, protegerse de shocks externos y tener mayor autonomía frente a sanciones o restricciones impuestas desde el exterior. Sin embargo, aclaró que este avance no se logrará automáticamente, sino que deberá ganarse a través de reformas estructurales y una clara voluntad política. El discurso puede leerse aquí.
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