Global. Durante esta semana varios miembros de la FED dieron declaraciones con respecto al futuro de la política monetaria de Estados Unidos. El presidente Jerome Powell, en su testimonio ante el Congreso, reiteró un enfoque cauteloso y dependiente de los datos, advirtiendo que la FED necesita observar con mayor claridad el impacto de los aranceles sobre la inflación antes de tomar decisiones. Powell también expresó preocupación por la calidad de las estadísticas oficiales, especialmente en el CPI, dada la creciente dependencia de imputaciones debido a recortes presupuestarios en el BLS. En la misma línea, John Williams (presidente de la FED de Nueva York) sostuvo que, aunque el actual nivel de tasas es adecuado, el crecimiento económico se está desacelerando y la tasa de desempleo podría alcanzar el 4,5 % hacia fin de año, lo que justifica un monitoreo enfocado, pero sin apresurarse a recortar.
En contraste, Michelle Bowman, gobernadora y vice chair de Supervisión del organismo, declaró que un recorte de tasas en julio debería estar “sobre la mesa”, señalando que el efecto inflacionario de los aranceles sería acotado y transitorio. Christopher Waller, también gobernador de la FED, se sumó a esa visión, apoyando una baja en la tasa de interés ante señales de enfriamiento en el mercado laboral. Por ahora el mercado continúa considerando que el próximo recorte de tasas llegaría durante la reunión del FOMC en septiembre.
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