Global. En julio de 2025, la actividad económica de Estados Unidos se aceleró con fuerza según el PMI composite de S&P Global, que subió de 52,9 a 54,6, impulsado por un marcado repunte del sector servicios ante una mayor demanda interna, mientras que el sector manufacturero volvió a contraerse, con su PMI cayendo a 49,5 por primera vez desde diciembre. La expansión privada mostró así un perfil cada vez más desequilibrado, con caídas en las exportaciones, menor actividad fabril y reducción de inventarios, atribuidas al impacto de los aranceles, precios más altos y la incertidumbre económica. Las presiones inflacionarias se intensificaron, con subas generalizadas en los precios cobrados y los costos de insumos, impulsadas por los aranceles y los salarios, especialmente en servicios. El empleo creció por quinto mes consecutivo gracias a los servicios, pero cayó en la industria. Pese a este repunte, la confianza empresarial se deterioró por segundo mes seguido, afectada por la preocupación sobre recortes en el gasto federal y el efecto de las barreras comerciales, llevando el sentimiento a uno de sus niveles más bajos en más de dos años.
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