El índice PMI manufacturero de Estados Unidos, publicado por S&P Global en su lectura preliminar de junio, se mantuvo en 52,0, sin variación respecto a mayo y por encima del consenso de mercado. Esta estabilidad sugiere que la actividad industrial continúa en terreno expansivo, impulsada por una mejora en los nuevos pedidos y un incremento en la producción. Parte del dinamismo observado podría atribuirse a una acumulación preventiva de inventarios frente a riesgos comerciales, como la amenaza de nuevas tarifas, aunque los indicadores de empleo en el sector siguen mostrando cierta debilidad.
Por su parte, el PMI de servicios cayó a 53,1 desde el 53,7 del mes previo, mostrando una leve desaceleración en la actividad del sector. A pesar de la baja, el índice sigue señalando expansión, gracias a una demanda aún robusta tanto en el mercado interno como externo. Sin embargo, se observa una moderación respecto a los picos recientes, junto con una aceleración en los costos operativos, en particular en rubros como salarios y energía, lo que podría traducirse en presiones inflacionarias si se sostiene en el tiempo.
El PMI Composite, que pondera manufactura y servicios, se ubicó en 52,8, bajando levemente desde los 53,0 de mayo y marcando un mínimo de dos meses. Esta lectura consolida la imagen de una economía que sigue creciendo a un ritmo moderado, pero con señales mixtas entre sectores y un entorno de precios que vuelve a tensionarse. Estos datos podrían reforzar la estrategia de cautela de la FED, dado que aún no hay evidencia contundente de una desaceleración que justifique un recorte inmediato de tasas, mientras que las presiones de costos, especialmente desde servicios, siguen activas.
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