Global. El spread entre los bonos del Tesoro de Estados Unidos y los bonos protegidos contra la inflación ha aumentado recientemente, reflejando mayores expectativas de inflación. Actualmente, los precios de los bonos sugieren una inflación anual del 2,7% para los próximos cinco años, comparado con el 2,4% a inicios de 2025 y el 1,95% del verano pasado. Niveles similares en la tasa de inflación implícita solo se habrían registrado en el pico inflacionario de 2022 y en 2005 por un breve periodo.
En los últimos dos días, Austan Goolsbee y Raphael Bostic, miembros de la FED, han expresado sus preocupaciones sobre la evolución de la economía y la política monetaria. Goolsbee, presidente de la FED de Chicago, señaló que no espera que la próxima lectura del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE) sea tan preocupante como el reciente dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) (+0,5% mensual en enero), aunque advirtió sobre los posibles efectos inflacionarios de los nuevos aranceles y otras políticas comerciales de la administración Trump, comparándolos con los choques de oferta observados durante la pandemia. Por su parte, Bostic, presidente de la FED de Atlanta, afirmó que prevé dos recortes de tasas de un cuarto de punto en 2025, pero enfatizó la incertidumbre generada por las nuevas políticas de inmigración y comercio, las cuales han causado inquietud entre las empresas. Ambos funcionarios coinciden en que, aunque la inflación ha disminuido desde los picos de 2022, persisten riesgos que podrían influir en la trayectoria de la política monetaria.
|