Global. En junio, el IPC de Estados Unidos aumentó 0,3% mensual (desestacionalizado), acelerándose respecto al 0,1% de mayo, con una inflación interanual del 2,7%. El principal impulsor del alza fue el rubro vivienda (+0,2%), que explicó gran parte del aumento mensual. El IPC core, que excluye alimentos y energía, subió 0,2% en el mes y acumuló un incremento del 2,9% interanual, destacándose subas en cuidado médico (+0,5%), mobiliario del hogar (+1,0%), recreación y vestimenta (+0,4% cada uno), mientras que cayeron los precios de autos usados (–0,7%), autos nuevos (–0,3%) y tarifas aéreas (–0,1%). En cuanto a los componentes más volátiles, el índice de alimentos avanzó 0,3% mensual, con aumentos en bebidas no alcohólicas (+1,4%) y frutas y verduras (+0,9%), aunque se registraron bajas en huevos (–7,4%), productos lácteos (–0,3%) y cereales y panificados (–0,2%); en términos interanuales, los alimentos subieron 3%, con fuertes subas en huevos (+27,3%) y bebidas no alcohólicas (+4,4%). Por su parte, la energía aumentó 0,9% en el mes, impulsada por subas en electricidad y gasolina (+1,0% cada una), aunque el índice energético cayó 0,8% en los últimos 12 meses, reflejando bajas en gasolina (–8,3%) y fuel oil (–4,7%), parcialmente compensadas por alzas en gas natural (+14,2%) y electricidad (+5,8%).
Los rendimientos de los Treasuries a 2 y 10 años se mantuvieron estables para luego aumentar levemente, mientras que el dólar se fortaleció marginalmente frente a una canasta de monedas, reflejando una lectura de que la FED podría no tener apuro por recortar tasas, pero tampoco se ve obligada a endurecerlas más.
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